Como explica Jaime Molina, director regional de Sernapesca, “esta nueva autorización es sin duda un avance significativo para la consolidación y desarrollo de la acuicultura en las áreas de manejo de recursos bentónicos (AMERB), pero no es el final del camino, esto es el inicio de un trabajo que conlleva otros desafíos no menos importantes”.
Molina agrega que el primero de estos desafíos “es dotar a los pescadores artesanal con las competencias que se requieren para desarrollar una actividad que en esencia se diferencia de la actividad extractiva, que requiere de una mirada de mediano y largo plazo, ya que el fruto del esfuerzo no se obtiene en forma inmediata”.
Por otra parte, el director Zonal de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, Andrés Hoyl, señaló que este “permiso de Guayacán en el fondo es legalizar una situación de hecho, una situación que si bien es cierto se conocía, no se ajustaba a la regulación vigente, esto les va a permitir a ellos trabajar de forma tranquila”.
Para Pascual Aguilera, presidente de la Asociación Gremial de Pescadores Artesanales de Guayacán, este permiso representa un derecho ganado por el trabajo que vienen realizando desde hace varios años, con excelentes resultados y con mucho aprendizaje obtenido en el proceso. Han sido ejemplo a nivel local, nacional e internacional para sus pares y también para instituciones que buscan replicar lo alcanzado por los pescadores en cuanto a la técnica de cultivo, pero también en la organización.
“Nosotros somos pioneros en hacer acuicultura en áreas de manejo, sin duda que con esta aprobación se logró el objetivo, hacer las cosas de manera formal. (…) El hecho de tener permiso te permite dar a conocer, difundir lo que se está haciendo, ahora podemos ofrecer nuestras semillas de piure a través de internet, podemos sacarle un mejor partido en ese aspecto. Además nuestra experiencia nos permitiría incluso transmitir lo que hemos aprendido”, dice Pascual Aguilera.
En tanto, el biólogo marino y director del PDT Acuícola Coquimbo, Cristian Sepúlveda Cortés, explica que el piure es un recurso que se está cultivando a nivel pre-comercial, mediante un paquete tecnológico desarrollado para la captación de sus larvas. Esto fue sistematizado por el equipo liderado por el investigador de la UCN Dr. Wolfgang Stotz, en el marco de la ejecución del proyecto Fondef “Tecnologías de cultivo de piure (Pyura chilensis) asociado a áreas de manejo y explotación de recursos bentónicos”, donde se desarrollaron experiencias destinadas a generar una tecnología de cultivo para la producción de piure en la zona norte de Chile con resultados promisorios en caleta Guayacán.
En este contexto, señala Sepúlveda, “en el proyecto del FONDEF se realizaron pruebas exitosas con sistemas de captación de piure basado en diferentes tipos de sustratos, siendo la red anchovetera la que presentó mejor desempeño. Hoy la organización está mejorando estos sistemas y la actual regularización también viene a formalizar una actividad que se ha realizado de manera informal por más de cuatro años”.
El desafío de instalar la acuicultura en áreas de manejo a nivel nacional
Sobre el trabajo desarrollado en el marco de esta iniciativa, Cristian Morales, director regional de CORFO, afirma que lo que se ha logrado con el trabajo del PDT Acuícola ejecutado por profesionales de la UCN y financiado a través de InnovaChile, “con las organizaciones particularmente en las comunas de La Higuera y Coquimbo, es muy importante, porque nos permite poder proyectar la actividad acuícola y pesquera en la región de Coquimbo, y en función de los resultados, poder escalarlo como modelo de desarrollo de las áreas de manejo a nivel nacional. Eso es lo que esperamos con los resultados de este proyecto”.
Asimismo, el director Zonal para las regiones de Coquimbo y Atacama, Andrés Hoyl, indicó que “tengo la mejor de las impresiones y opiniones del trabajo desarrollado por el PDT Acuícola Coquimbo. En buena medida, pese a la legislación que tenemos todavía arcaica, han logrado hacer acuicultura en áreas de manejo y para mí eso es vital, ya que el futuro de la pesca artesanal va por la acuicultura”.
