En esa línea, aseguró que “el golpe de Estado que ocurrió el 11 de Septiembre del año 1973, se produjo porque las fuerzas políticas no fueron capaces de cuidar nuestra democracia, nuestro Estado de Derecho, nuestra sana convivencia. Pero también es cierto que, después del golpe militar, se cometieron graves, reiterados y sistemáticos atropellos a los Derechos Humanos, por parte de agentes del Estado. Eso, sin duda, es una situación que todos debemos condenar en forma firme, clara y permanente”.
Asimismo, el Mandatario agregó que “no hay ninguna circunstancia, de ninguna naturaleza, en ningún tiempo o lugar, que justifique atropellar los Derechos Humanos de ningún ciudadano. Por esa razón, lo que he planteado es que tenemos que saber sacar lecciones de lo que ocurrió durante ese difícil y duro período que vivió nuestro país, de divisiones, desencuentros, violencia, enfrentamientos, que significó mucho dolor y sufrimiento para la familia y la sociedad chilena”.
El Jefe de Estado explicó que “igual como las fuerzas políticas, especialmente aquellas que incorporaron la violencia, que deslegitimaron la democracia, que no respetaron el Estado de Derecho, contribuyeron a debilitar nuestra democracia, también es cierto que las máximas autoridades del Gobierno Militar, que sabían o debían saber del atropello a los Derechos Humanos, tienen una responsabilidad política, y también muchos otros que también tenían conocimiento o debieron haberlo tenido”.
El Presidente fue enfático en señalar que lo más importante de todo esto es que “estoy convencido que todas las fuerzas políticas, salvo, tal vez, pequeños grupos extremistas, hemos aprendido la lección y hemos aprendido que proteger la democracia, la sana convivencia, respetar el Estado de Derecho y respetar siempre los Derechos Humanos, es la norma de conducta que debe inspirarnos siempre, en todo momento y cualesquiera sean las circunstancias”.
