A la actividad han sido convocados científicos y empresarios, los que se reunirán a partir de las 15:30 horas en el Salón Jorge Olivares, perteneciente a la Facultad Ciencias del Mar de la UCN. Bajo la dirección del ingeniero Joel Barraza Soto, académico del Departamento de Acuicultura, el proyecto se desarrolló durante 18 meses, contando con el respaldo institucional y del Fondo de Innovación para la Competitividad, FIC-R, Región de Coquimbo.
Los resultados de la experiencia, concretada en bahía de Tongoy, específicamente en la concesión de la UCN, permitieron generar una propuesta de Plan de Reconversión y un Plan de Asistencia Técnica, y con ello brindar una opción de desarrollo productivo a los productores pequeños y medianos empresarios que constituyen la industria acuicultora de la Región de Coquimbo y que hasta ahora se han dedicado principalmente al cultivo del ostión con una fuerte variabilidad en su rentabilidad.
Estos mismos resultados fueron compilados en un manual que da cuenta, de manera ordenada y sistemática, de aspectos como requerimientos legales solicitados para desarrollar el cultivo del abalón en sistemas suspendidos en mar y procedimientos de las tareas unitarias operacionales del cultivo. Cabe destacar que la información contenida en el manual fue validada durante la experiencia de investigación.
Aprovechar capacidades instaladas
El cultivo del ostión del norte tuvo su mayor peak de producción – más de 21 mil toneladas anuales – entre 1998 y 2008, situando a nuestro país en el tercer lugar de importancia a nivel mundial. En este escenario, la Bahía de Tongoy destacaba como la más productiva, con el 60 por ciento del total nacional. Tras esa década de bonanza, la industria se desaceleró bruscamente, a causa de por una fuerte caída de los precios en los mercados internacionales, el ingreso al mercado del producto peruano y, por si fuera poco, los efectos del tsunami ocurrido en Japón. Se llegó así en 2010 a tan solo 8.840 toneladas, lo que enfrentó a los cultivadores, y particularmente los de la región de Coquimbo, una crisis de sustentabilidad.
Paralelamente, la UCN había estado trabajando en una línea de investigación relacionada con el recurso abalón rojo, a través de un proyecto FIP, que fue clave en la modificación del Decreto Supremo Número 268/2010, que autorizó el cultivo de abalones en el mar en las regiones de Atacama y Coquimbo en condiciones naturales de confinamiento en sistemas suspendidos en el mar, permitiendo a pequeños y medianos acuicultores acceder a esta técnica de cultivo.
Considerando la capacidad instalada del sector, la UCN propuso al Gobierno Regional de Coquimbo evaluar una reconversión de la pequeña y mediana industria del ostión, al cultivo de abalón.
