Clave en la gestación y elaboración de esta propuesta, la primera a nivel regional y tercera en el país, ha sido Helmo Pérez, conocido buzo deportivo de la región y presidente de la Agrupación de Ex Alumnos de la citada escuela, quien gestionó la participación de varias organizaciones de la caleta. Asimismo, su dilatada trayectoria como encargado de los acuarios de la Universidad Católica del Norte facilitó una alianza con esta casa de estudios, que colaborará con talleres de biodiversidad marina y museología, entre otros contenidos y también asumiendo la coordinación del proyecto, tarea que tendrá a su cargo Diego Miranda, biólogo marino y candidato a Magister en Ciencias del Mar. El joven profesional ya participó en 2010 en la creación de dos museos escolares en Valdivia, los que fueron financiados a través del FIC-R.
Aprovechando las instalaciones desocupadas de la escuela, debido al bajo número de alumnos, los profesionales de la UCN Diego Miranda y Matías Portflitt (alumno de Biología Marina), ya iniciaron las primeras acciones destinadas a capacitar a los niños en la identificación y conservación de organismos marinos, por medio de la taxidermia.
Atractivo turístico
La Escuela San Andrés, de Cruz Grande, es de carácter unidocente y atiende a 17 niños de entre 6 y 11 años, que cursan de primero a sexto básico. A cargo de las clases está la profesora María Verónica Cerda Espinoza, para quien este proyecto representa un importante adelanto en el conocimiento y aprendizaje de los menores. Además, destaca que la iniciativa contará con la ayuda del gremio de pescadores de Chungungo, quienes ven en el museo la posibilidad de generar un atractivo turístico para el lugar.
Para Helmo Pérez, presidente de la Agrupación de Ex Alumnos de la citada Escuela de Cruz Grande, la idea de contar con un museo en el lugar donde cursó sus primeros estudios constituye un hito de especial importancia y emotividad. Desde que fuera creada, hace casi tres años, la citada agrupación ha llevado adelante numerosas iniciativas en beneficio de los niños que hoy asisten a ese establecimiento. Entre ellas se cuenta haber recuperado la tradicional celebración del 21 de mayo, festejo que contó con la participación de la Banda Séptimo de Línea, de Coquimbo. “Desde la época de nosotros, por más de 50 años nunca existió una banda de tal magnitud, más de 60 músicos, vestidos con uniforme de la Guerra del Pacífico, fue emocionante”, relata Pérez.
En la materialización de este proyecto, resalta, fue decisivo contar con el apoyo de la Municipalidad de La Higuera, a través de su área de educación. Ello facilitó la participación de los interesados en el concurso convocado por el Fondo de Protección Ambiental, del Ministerio del Medio Ambiente, que culminó con la aprobación de este museo, que podría ser visitado a partir de septiembre de 2014.
