Durante esta tarde, María Alejandra Pastén Pastén nos hizo llegar una serie de videos que respaldan su denuncia. En un relato entrecortado por el nerviosismo, nos cuenta los momentos de terror que vivieron la tarde-noche del pasado jueves. Ella, junto a su madre y nieta se trasladaban en un bus Pullman Bus, que hizo el recorrido entre Illapel y Coquimbo. Salieron de Illapel a las 13:15 horas. Debían seguir por la ruta Aucó, pero por la presencia de agua lluvia en un baden, les informaron que debían seguir trayecto vía Los Vilos, luego Canela y posteriormente Ovalle.
Llegaron a la capital de Limarí en la tarde-noche de ese jueves. La lluvia era incesante. Tras algunos minutos de retomar el viaje hacia Coquimbo desde Ovalle, “el bus frenó de golpe e ingresó gran cantidad de agua al primer piso…era como una ola”, nos confidencia. En su relato refiere que su nieta gritaba, “no quiero morir acá”. Recuerda que se sacó el cinturón, bajó al pasillo y el agua le llegaba hasta casi la cintura. Su madre de 80 años, con problemas para desplazarse, estaba mojada y asustada.
Nos cuenta que uno de los pasajeros que iba sentado en la primera fila de asientos logró golpear la puerta del conductor quien detuvo la máquina. La Sra María nos dice que el conductor les informó que debía seguir viaje con rumbo a Coquimbo y luego a La Serena. Ella y su nieta subieron al segundo piso. Su mamá y otros 3 pasajeros tuvieron que quedarse en el primer piso. Otra pasajera le prestó algo de ropa para cambiar las vestimentas de la nieta que estaban todas mojadas. Al llegar al terminal de Coquimbo, uno de los pasajeros se habría acercado a la oficina de la empresa, informando lo que les pasó. “No recibimos ningún tipo de ayuda”. Los bolsos y lo que tenían en su interior, quedó todo mojado. “La experiencia fue horrible, pensamos que podíamos morir”.
