En fallo unánime, el tribunal –integrado por los magistrados Zoila Terán Arévalo (presidenta), Claudia Molina Contador y Claudio Weishaupt Milner (redactor)– aplicó, además, las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras duren las condenas.
En la causa, el tribunal también aplicó al sentenciado la accesoria especial, contemplada en las letras b) y c) del artículo 9 de la Ley N° 20.066, consistente en “la prohibición de acercarse a la persona de la víctima o a su domicilio, lugar de trabajo o estudio, así como a cualquier otro lugar que ésta concurra o visite habitualmente y la prohibición de porte o tenencia de arma de fuego y su comiso, en caso que tuviere alguna”, por el término de dos años.
Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestra biológica del sentenciado para determinar su huella genética y su incorporación al registro nacional de ADN de condenados.
En tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que el 24 de octubre de 2019, el sujeto concurrió al domicilio de la víctima y exconviviente, ubicado en el sector Chacarilla de la comuna de Ovalle, portando en forma premeditada un cuchillo, cinta adhesiva y una cuerda con nudo corredizo. A la llegada de la víctima a su casa, y tras ingresar en vehículo al inmueble, el condenado se abalanzó sobre su expareja, la arrojó al suelo y le ató las manos con la cinta adhesiva, la que también colocó en boca y nariz. Posteriormente, la pone de pie y agrede con el arma blanca cuchillo, propinándole diversos cortes a la vez que le decía que la iba a matar.
Herida, el sujeto arrastró a su expareja hasta el río Limarí, relativamente cercano al domicilio, donde intentó en dos oportunidades hundirla en el cauce para, posteriormente, llevarla hasta un árbol para colgarla. Finalmente, procedió a violarla. Concretada la agresión, deja que la víctima regrese a su domicilio.
