Los perjuicios más grandes se registraron en la Bahía de Tongoy y Puerto Aldea, donde más de 100 embarcaciones resultaron totalmente destruidas por la fuerza de los vientos y ráfagas, durante la madrugada de este sábado además de las balsas de los productores de ostiones.
Tras esta emergencia, el Intendente Claudio Ibáñez visitó la localidad y se reunió con los vecinos y los pescadores artesanales para constatar la magnitud de los daños. El jefe regional de inmediato coordinó un trabajo de ayuda para trasladar el resto de los botes que estaban a orilla de la playa, rescatados por los pescadores y sus familias.
“Como Gobierno estamos preocupados por esta fuente productiva. Solicitamos apoyo al Ejército, que dispuso de 60 conscriptos y con ONEMI coordinamos la disposición de camiones grúa para apoyar en el rescate. Sabemos que el mar y los vientos pueden continuar generando daños, así que trasladaremos las embarcaciones a un sitio seguro propiedad del Ministerio de Bienes Nacionales”, indicó el Intendente Ibáñez.
Además, acotó que “en lo inmediato, realizaremos un catastro, para implementar medidas de ayuda de acuerdo a los instrumentos que tenemos como Estad, para ir en ayuda de los pescadores lo más pronto posible y también de los productores de ostiones, y para eso ya cité al gabinete económico”.
De acuerdo a los pescadores, fueron aproximadamente más de 100 botes que sufrieron pérdidas irreparables; sin embargo, hubo otras 140 embarcaciones que experimentaron daño medio, especialmente en sus motores y utensilios de pesca, por lo tanto, ONEMI informó que entregará en los próximos días ayuda social a las familias afectadas que perdieron su principal sustento laboral.
“Agradecemos la disposición y voluntad de la autoridad. Esto es un panorama desolador y un fuerte golpe para el trabajo. Pero acá hubo solidaridad y estamos confiados y agradecidos que podremos salir adelante”, manifestó José Montero, Representante del Movimiento Ciudadano por Coquimbo.
Un hecho que también se repitió en el sector de Punta de Choros donde 2 embarcaciones sufrieron daños totales, y en la caleta artesanal del Puerto de Coquimbo y Peñuelas, donde otros 30 botes presentaron perjuicios y otra decena quedaron encallados.
