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viernes, mayo 16, 2025

Ovalle: Pamela Vega, mujer diaguita: El arte de descubrir nuevas raíces y encontrar la identidad en cada creación

“Proyecto financiado a través del FFMCS 2024”

Pamela Vega, de nombre artístico “Pilar Vega”, es una artista plástica y visual que recientemente descubrió sus raíces diaguitas, un hallazgo que le ha dado un nuevo significado a su vida y a su obra. Con una vasta trayectoria en la cerámica, escultura, y otras formas de expresión artística, Pamela ha navegado entre las barreras de género y las brechas que afectan a las mujeres de pueblos originarios. Su historia es un testimonio de empoderamiento y creatividad, donde el arte y la identidad se entrelazan para formar una narrativa única. A lo largo de su carrera, ha encontrado apoyo en diversas instituciones, pero también ha enfrentado discriminación antes de ser reconocida oficialmente como originaria. Hoy en día, siente que su pertenencia a la cultura diaguita potencia su trabajo y la conecta profundamente con su pasado ancestral.

¿Podrías contarnos un poco sobre tu historia familiar? ¿Cómo ha influido tu familia en tu identidad y en tu trayectoria?

Hace como seis meses me enteré de que tengo ancestros diaguitas. Nunca lo supe, ni siquiera mi abuela, que falleció joven. Mi familia siempre pensó que veníamos de España, entre Santander y el País Vasco.

Hace cinco años acompañé a una amiga a acreditarse como diaguita y me sugirió preguntar por mí, pero me dijeron que no lo era, solo española. Tiempo después, en una exposición, una chica me preguntó si estaba acreditada como indígena. Le dije que no tenía idea, pero me pidió mis datos.

Un mes después me confirmaron que sí estaba acreditada como diaguita. Fue una sorpresa linda porque ahora siento que pertenezco a algo más grande, y muchas cosas que me gustan como la alfarería y el telar tienen más sentido. Ahora sé de dónde vienen.

Bueno que ellos miren, pero me han visto crecer como que no han influido mucho, porque bueno, mis papás eran adultos y me vieron y les encantaba mi trabajo. A mis papás les encantaba verme que yo era artista, entonces ellos se dieron cuenta que yo nací artista. Nací con creando, creando, siempre creaba y creo que influyeron en que le encantaba les encantaba ver mi trabajo, se sentían orgullosos de mi trabajo y en el apoyo también de ir a ver las actividades.

  • En relación con tu pertenencia a un pueblo originario, ¿Qué significa para ti esta identidad?

Me gusta, porque a la edad que tengo porque si hubiera me hubiera llegado antes, yo creo que no habría pescado, me habría dado un poco igual, pero ahora que uno ya está más grande y como que le toma el valor al el peso de las cosas me gusta, me gusta tener una identidad, tener pertenencia, pertenecer a una tribu, estoy fascinada.

  • ¿Qué tipos de barreras de género has enfrentado en tu vida personal y profesional?

Personalmente yo creo que no mucho, porque igual soy como bien empoderada, entonces como que no, no dejó pasar mucho ni que me invadan. No sé cómo que trato de hacer mis cosas, avanzar y no pescar mucho tampoco, porque dicen que, en el arte, yo no me había dado cuenta eso sí, de que había envidia y este año me pasó eso. Yo no tenía idea y este año empecé a notar cosas así y claro, yo no me había dado cuenta y amigas me empezaron a comentar y ahí como que paré la antenita.

¿Discriminación? No he sentido discriminada, no me he sentido porque estoy reconocida hace poco, pero discriminada sin identidad, sin acreditación, sí, porque no podía entrar a grupos donde estaban todos acreditados, entonces podía ir como oyente o no entrar. Ahí sí que sentí discriminación.

  • ¿Ha notado alguna brecha significativa que afecta a las mujeres de pueblos originarios en comparación a otras mujeres?

A mí me pasa que, yo siento que las mismas mujeres se discriminan, siento que cuando tienes tu identidad hay gente que no quiere reconocerse que tiene identidad diaguita, pienso que es eso. Eso sí, ahora hay varias agrupaciones diaguitas acá y las mujeres están súper empoderadas.

  • ¿Cómo has enfrentado esas barreras y brechas? ¿Hay alguna experiencia que te haya marcado especialmente?

De discriminación, como que no, no he sentido mucho, pero solo eso de que cuando tú no estás acreditada no tienes derecho a voz ni a voto. Eso sí, dejó como como la espinita ahí, porque era de gente que yo conocía de muchos años. Es como la única vez y lo comenté. Yo dije, yo me sentía muy discriminada, tuve que mostrar meditación y ahí ya ahora sí estoy integral.

Y como ahora que tengo una acreditación, yo puedo decidir si que puedo quiero pertenecer o no a una agrupación.

  • ¿Has sufrido algún episodio de discriminación o desigualdad por ser mujer y pertenecer a un pueblo originario?

No sólo estaba eso lo que te digo yo de que sin estar acreditada no podía entrar, no tenía derecho a opinar. Nada más, pero en cuanto al arte, la alfarería, la cerámica, nada, no, no me he sentido discriminada hasta ahora.

Yo en la zona no he visto, pero yo sé que en otros países hay esa desigualdad, hace poco me tocó tomar unos cursos con el Museo de la mujer de México y las mujeres viven una discriminación increíble; en México no ha cambiado nada.

  • ¿Qué instituciones públicas o privadas te han apoyado en tu camino? ¿De qué manera?

Mira, yo empecé este año y entré a SERCOTEC porque nunca había estado en nada, no he postulado nada y me han apoyado en el Fondo de Fomento Productivo y el Museo del Limarí que me apoya y me invita, siempre me está invitado. Ahora me están invitando a ir a clases alfarería, la directora del Museo de San Pedro de Pichasca también me invita a hacer clases, hice clases de cestería, canastos allá arriba.

También la Corporación Cultural Municipal de Ovalle, en el bar galería El Zorzal que expuse hace poco, también me invitaron a exponer nuevamente ahí; me pidieron que hiciera curso y resultó bonito.

Siempre hay espacio, bueno, a mí siempre se me están abriendo espacio y yo o sea no tengo idea y hay gente que me invita. Yo no sé cómo dan con mi nombre y me invitan a participar y me gusta enseñar. A veces voy gratis porque siempre es bueno como tienes que dar un poquito porque como recibe.

  • ¿Crees que el apoyo que has recibido es suficiente? ¿Qué mejorarías en cuanto a la ayuda ofrecida a mujeres de pueblos originarios?

Yo creo que nunca es suficiente porque uno siempre quiere aprender más, necesita más apoyo, más recursos que uno se capacite, tomar cursos, ir a charlas que te hablen de la cultura que te enseñan a porque como lo que digo yo, mientras más sabes, más a más, más amas la cultura.

  • ¿En qué consiste tu actividad gremial, laboral, profesional, comercial y/o de liderazgo comunitario? ¿Cómo llegaste a desempeñarte en este campo?

Yo soy artista plástica y visual, creo que tengo las dos cosas porque viste que hicimos vídeo, fui directora de arte decore Teatro Municipal de Ovalle, he hecho 1000 cosas: soy ceramista; de base ceramista, escultora, bordadora, telarista, pintora en acrílico, óleo, acuarelas, mosaico, vellón, confección de ropa, hago muebles. Mi proyecto de ahora, el que me gané es para hacer muebles Montessori y muebles con papel maché, es que yo muebles y dentro de un mueble yo relato la historia cuenta un cuento y escribo y voy haciendo en volumen todo y queda muy lindo. Hago zapatos, hago carteras, decapo muebles, restauros muebles. Me falta hacer muchas cosas, todavía quiero aprender a hacer vidrios soplado.

De siempre me gustó hacer cosas hacía cosas y las regalaba, después una amiga me dijo, véndela y empecé a vender.

Partí por el Servicio de Salud, me llamaron como terapia para trabajar en todos los pueblos alrededor de Ovalle, esto fue como hace veintitantos años, me pidieron que enseñara por salud y empecé a enseñar como terapia a adultos mayores en todas partes, me conozco todos los pueblitos.

Y después ya trabajé en este Cecofs de la población Limarí, en el consultorio Jorge Jordán, Marcos Macuada, en el hospital, trabajé con las Damas de verde, Damas de rojo de todos los colores.

Y aquí hospital día, fundación mi casa, en hogar de Cristo y después ya me quedé en el Cecofs de la población Limarí como estable y después hace como un tiempo ya se fue la directora, las cosas no andaban funcionando muy bien, me aburrí y me llamaron del Centro de Extensión Cultural Municipal de Ovalle (CECA), me llamaban harto y no, no quiero ir, no quiero ir, no, no quiero ir hasta que me comentaron que habían visto mi trabajo y les encantó y llegué a CECA.

Ahí empecé a enseñar igual a enseñar como terapia, porque mi trabajo es terapéutico y después a asistir a colegios y empecé a intervenir: intervenciones en el peatonal, intervenciones afuera del Banco, intervenciones en la plaza y he hecho tantas cosas.

Yo le digo a preguntar a mi alumno aprovechen porque después uno no sabe cómo se aprovechan hasta aquí yo le digo yo siempre que no tenía ni enseñar ni enseñar bien y enseñar más porque yo me muera, no me voy a ir con toda la lo, lo que lo que conozco, pues entonces tengo que entregarlo, tengo que entregar.

  • ¿Cuáles han sido los principales hitos en tu trayectoria?

Uy, no sé no los cuento, pero dentro de todo lo que me emociona, me apasiona la alfarería es como re importante, pero estar en la Universidad católica aprendiendo, eso fue como que me hizo muy feliz. Bueno, todo me hace feliz, pero esas cosas eran como que era como que para esto fui, a esto viene así, a crear.

  • ¿Te has encontrado con obstáculos particulares en tu actividad debido a tu género y/o identidad originaria?

La verdad es que no; he trabajado con hombres, me ha tocado mandar a hombres y cuando me ha tocado hacer intervenciones y no, porque me respetan; siento que hay respeto entre mis pares, siento que hay mutuo respeto.

  • ¿Cómo es que la condición de mujer de pueblo originario puede perjudicar o favorecer el desarrollo personal y profesional?

No creo que me perjudique porque ya estoy como plantada, entonces, no creo que en que me cambie a menos que se cierren puertas o que por ser indígena no te no te inviten a una parte, pero no creo que eso porque ahora como que hay más respeto por la por la cultura.

  • ¿Has sentido alguna vez que tu identidad originaria te da una perspectiva única o una ventaja en tu campo de trabajo?

Creo que me da ventaja ahora: crear sabiendo que tienes pertenencia, que tuviste un ancestro; crear alfarería, totora, telar. Yo creo que me potencia más y decir vengo de alguna parte, eso me sirve, me sirve porque ahora no soy solamente Pilar Vega artista, tengo identidad pa’ atrás po’, tengo ancestros que no tenía idea que los tenía.

Mira yo nomás tenía que como claro que era de ascendencia española, que ya hasta bailaba flamenco y ahora tengo, así como una base de que hay sangre indígena, de la nada sin buscarlo y todo por mi exposición, ahí se acercó a alguien y me regaló, yo le digo a mi hermana, qué increíble se me acercó a alguien, pero era un regalo, me dijo Pamela era un regalo para ti, así que acéptalo porque a veces hay gente que me ofrece cosas y digo, no, no, no gracias y ahora aprendí.

•          ¿Tienes nexos o redes de apoyo con otras mujeres de pueblos originarios? ¿Cómo han influido estas relaciones en tu vida y trabajo?

Tengo amigas que son Aymaras, Mapuche, tengo una sobrina mapuche, tengo amigas diaguitas y yo siento que de parte de mi sobrina con su origen como que me ha ayudado a empoderarme más.

Y de las mujeres igual porque son re valiosas las amigas que uno tiene, en el camino de la vida viste que van apareciendo, amigas van se van bajando del tren amiga y se suben otra y así uno va creciendo.

•          ¿Consideras que el trabajo en red con otras mujeres de pueblos originarios es importante? ¿Por qué?

Yo siento que muy importante porque yo como estoy recién enterándome que yo soy de ahí, yo ya había aprendido de ellas antes. Tengo varias amigas que son Diaguita y es como que ellas te dan información que yo no tenía idea de cosas, me han ido enseñando, yo he ido aprendiendo de ellas durante todos estos años porque yo era una española más. Aprendiendo de ellos todo el lenguaje, hay ir aprendiendo cosas de ellas, pero ahora soy una más de la tribu.

Sí, sí, hay algunas que saben de mucho y otras que saben de hierbas, hay otras que hacen alfarería, que tejen; Hay algunas que tienen calcetines con cuatro agujas, entonces como que, como en la antigua cosa antigua, entonces como que tú vas te vas potenciando, tú vas enseñando lo que tú sabes e igual te van retroalimentando.

  • ¿Qué consejo les daría a las jóvenes mujeres de pueblos originarios que están comenzando su camino profesional o comunitario?

Que no les dé vergüenza decir que pertenecen a una etnia porque hay gente que se lo calla y no lo comenta, pero estamos en el 2024. Que tienen que sentir como un valor agregado que tienen ahora.

  • ¿Hay algo más que te gustaría compartir sobre tu experiencia y tu visión para el futuro?

Y voy a seguir criando y voy a seguir haciendo cosas con identidad local dentro de todas las miles cosas que hago seguir con las grecas, con las cerámicas, crecer más como ceramista.

Claro que de todo lo que hago le hago tener mi taller, todo seguir creando apoyo; cada día ir viendo cosas nuevas y yo como me gusta aprender, ir aprendiendo: ir a Santiago como lo que dije mi sueño, ir a México, a Puebla, a la alfarería de Puebla, el vidrio soplado, estas cosas lindas.

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