El actor y también periodista, Alejandro Montes llegó hasta La Serena para presentar su libro Maldito Horcón Ámame en la Trigésima Novena Versión de La Feria del Libro que se desarrolla en la Plaza Gabriel González Videla, organizada por la Municipalidad de La Serena y financiada por el Ministerio de Las Culturas, las Artes y el Patrimonio a través del Fondo del Libro 2023.
Aunque ha animado programas de TV y participado en numerosas teleseries, la mayor recordación está por su participación en Aquelarre y Santo Ladrón.
Admitió que desde joven posee una vinculación con La Región de Coquimbo. La condición de marino de su padre lo hacía vacacionar en unas cabañas que posee la Armada en el balneario de La Herradura. “Recuerdo mis vacaciones con mis abuelos”, recalca, al tiempo que reconoció que tuvo un paso de tres años por la Escuela Naval, pero terminó por estudiar teatro.
De pasó destacó el nivel de organización y tradición de la feria del libro serenense, “es hermosa y destaca por la cantidad de editoriales que hay, la cantidad de días que tiene y se puede encontrar una diversidad de textos”, subraya.
En su obra sintetiza una serie de cuentos que reflejan sus vivencias marcadas por penas y alegrías. “Para mí la escritura siempre ha sido un acto de sanación. Cuando uno escribe es porque quiere decir algo, está atrapado en su ser interno y poder sacarlo es maravilloso y qué mejor que a través de la palabra escrita que llega a tanta gente. Se puede identificar, aprender, ayudar y emocionarse”.
- ¿El proceso de sanación tiene que ver con el alejamiento de las teleseries?
“No, las teleseries no tienen nada que ver, no es que uno se hubiese alejado. Estuve casi 20 años sin parar haciendo teleseries y ahora decidí irme de Santiago. De repente viajo dos o tres veces al año a grabar alguna ficción o series por lo que le debo mucho y le tengo mucho cariño a este género televisivo, por lo que son otro tipo de sanaciones personales y emocionales”.
- ¿Fue complejo en lo personal sacar a relucir una personalidad más atrevida al momento, por ejemplo, de vestir y desenvolverse?
“El atreverte a ir contra la corriente y a ser más transgresor en áreas que tampoco son tan graves. La primera vez que tuve un polerón rosado, me encanta, fue a los 12 años y me lo regaló mi abuela y no lo podía creer, porque los colores son universales, de la vida y de la gente”.
PASIÓN POR LA NARRACIÓN INFANTIL
- ¿En qué momento se inclina por la literatura y publicación de libros?
“Diría que escribo antes que actuar luego que en Cuarto Básico ya había ganado concursos literarios regionales y mi primera obra de teatro se montó para un examen de egreso de una universidad porque aún no estudiaba teatro y ya había una obra mía, por lo que escribo desde antes de subir a un escenario en la línea de dramaturgia y el diálogo que desarrollo en el escenario es el que llevo al papel”.
- ¿En qué proyecto trabaja actualmente?
“Este es mi tercer libro de cuentos, el primero fue en una línea pasional y el segundo uno de ficción sobre vampiros y ahora estoy trabajando mucho en narración oral con niños. Por ejemplo, quiero que los menores conozcan una caleta de pescadores desde la historia de un perro y en especial la caleta Horcón que es donde yo vivo. Ese es mi próximo texto y ahora estamos en el proceso de las imágenes y por otro lado quiero hacer una compilación de las obras de teatro que han estado por bastantes años en cartelera como teatro educativo”.
