En medio de una crisis migratoria, cientos de personas han decidido internarse por el desierto en busca de un ingreso por algún paso irregular, luego de la constante negativa de Perú para permitir el ingreso de los migrantes a su territorio. La mayoría de estos migrantes son venezolanos que llevan hasta 5 días esperando una solución o decisión del Gobierno peruano para poder ingresar a su territorio y seguir su camino hacia Venezuela.
Perú ha declarado Estado de Excepción en todo el país debido a la “militarización de las fronteras” por parte de Chile, como una respuesta a las medidas tomadas por este último país. La situación ha generado desesperación en los migrantes, quienes se han enfrentado a golpes en diferentes oportunidades a la policía peruana.