Este viernes 10 de noviembre marca la entrada en vigor de la nueva Ley de Tránsito (Ley 21.601), diseñada para combatir el robo y venta de vehículos sustraídos, fortaleciendo también la seguridad vial y aumentando las penas para quienes cometan estos ilícitos. La conducción con la placa patente oculta se clasifica ahora como «falta gravísima». La ley también impone obligaciones a fabricantes y automotoras en la comercialización de vehículos.
Se introdujeron cambios en el Código Penal, agregando como agravante en los delitos de hurto y robo, el ejecutarlos en un vehículo sin placa patente visible o si estas están ocultas. Se considerará agravante el uso de vidrios oscuros, polarizados, o cualquier técnica que favorezca la impunidad. La venta de vehículos robados conllevará penas de presidio menor y suspensión de la licencia por 5 años.
La nueva ley también establece sanciones para conducir un vehículo con placas patente falsas, con multas de hasta 100 UTM (6.3 millones de pesos). Entre otras medidas se destaca la obligación de grabar la patente en ventanas y espejos, prohibición de luces no permitidas, venta de combustible solo a vehículos con placas patente, y sanciones por no usar elementos de seguridad en bicicletas o motocicletas.
Además, en caso de robo, la víctima debe declarar la pérdida total o parcial del vehículo para que su aseguradora solicite la cancelación en el Registro Nacional de Vehículos Motorizados. En el caso de reparaciones, las compañías deben regularizar la propiedad de los vehículos siniestrados. La ley también exige que el vendedor o emisor de la factura esté presente para la inscripción inicial en el Registro Nacional de Vehículos Motorizados.
