Según lo informado por la PDI, la investigación se llevó a cabo luego de una denuncia presentada por los estudios jurídicos que representa a las marcas y tras un trabajo de análisis criminal, pudieron determinar que la imputada comercializaba los artículos desde su domicilio particular y que, para concretar las ventas, utilizaba la red social Instagram.
El modo de operar de la mujer era adquirir los productos, de los que no se sabe su origen, en Santiago, para luego venderlos y así lograr importantes ganancias al además evadir el pago de cualquier tipo de impuesto.