Así lo dieron a conocer los senadores Soledad Alvear y Francisco Chahuán, integrantes de la instancia tras escuchar a los profesores en Derecho, Jorge Bofill, Julián López y Gabriel Zaliasnik. La senadora Alvear precisó que la propuesta que consensuó la Comisión Mixta consiste en “fijar un piso y un techo para las penas por manejo en estado de ebriedad causando lesiones gravísimas o la muerte y, en caso de situaciones complejas, como por ejemplo, el hecho que se abandone el lugar del accidente sin socorrer a la víctima o cuando el conductor ebrio esté acreditado con licencia profesional; las penas de cárcel irán desde los 5 años y un día a los 10 años, es decir, se eleva el umbral de la pena más baja”.
La parlamentaria valoró este acuerdo alcanzado ya que “en lugar de considerar la conducta como un delito esto se transforma en un crimen y eso implica que los jueces -en el caso tan dramáticos como los que afectó a la pequeña Emilia- no podrían haber dictado las penas que finalmente fallaron.
Por su parte, el senador Chahuán valoró el acuerdo alcanzado y lo calificó como un “avance muy relevante, aun cuando no satisface completamente la lucha que han dado Carola y Benjamín –padres de la fallecida Emilia Silva- para lograr fijar nuevas sanciones.” El parlamentario explicó que finalmente «quedó establecida, como piso, una pena de 5 años y un día para aquellos conductores que en estado de ebriedad o bajo los efectos de sustancias psicotrópicas incurrieren en un accidente con resultado de muerte, en el caso de reincidencia, en caso que el conductor tuviese como oficio el transporte y en caso del conductor que huya del lugar del accidente sin prestar auxilio a la víctima.”
Sobre el último punto, precisó que “logramos incorporar el caso en que el conductor huyera sin prestar auxilio, lo que era parte de una indicación que presenté se explica, porque el 50 por ciento de los conductores que se ve involucrado en un accidente se escapa del lugar”. Agregó que dicha cifra se eleva al 60 por ciento en la región de Valparaíso y alcanza el 80 por ciento en la Región de Aysén.
