La Región de Coquimbo y en particular la conurbación La Serena – Coquimbo, se ha constituido en uno de los destinos turísticos más visitados del país, especialmente en la alta temporada. Si bien es cierto que ha crecido el porcentaje de visitantes extranjeros, tanto como la diversidad de países de origen, no es menos cierto que los nacionales continúan siendo mayoría y dentro de esa mayoría, lo son a su vez los que procedan de la región metropolitana. La cercanía relativa con el centro del país y la seguridad que brinda la ruta 5 genera durante el verano, un masivo desplazamiento de visitantes que busca la calidez de nuestra región y el goce de sus atractivos disfrutando de vacaciones en sus playas, valles u otras zonas geográficas de singular belleza e interés. Como lo hacen en sus propios vehículos, el parque automotriz se multiplica de tal forma que en estos últimos años el uso de nuestras vías se transforma en un padecimiento para quienes esperan disfrutar su estadía y para quienes vivimos acá.
Esta situación podría operar como un factor de rechazo a un destino que hoy está en pleno auge. Por ello resulta imperativo acelerar obras viales de conectividad intercomunal, como el cruce de la Ruta 5 con la Avenida Francisco de Aguirre en La Serena, que requiere una solución al más breve plazo, por ello entre los años 2011 y 2012 le propusimos al MOP considerar su aceleración a bien de incorporarla a la concesión La Serena – Vallenar, como una forma optimizar el tiempo de solución.
Pero no sólo este caso requiere de pronta solución, el mejoramiento del eje Avenida Juan Cisternas en su condición de vía estructurante que mejorará considerablemente la conectividad con Coquimbo, y a lo menos otros diez proyectos viales, que cambiaran la fisonomía de la comuna y la conurbación esperan su materialización.
Para ello se hace necesario bregar por el aumento de los recursos para inversión regional, ya que estamos muy por debajo del promedio de los países de OCDE (43 por ciento del gasto público, ejecutado por regiones). Requerimos dar pasos más certeros y avanzar del 13 por ciento de ejecución del gasto público, hasta alcanzar gradualmente un efectivo fortalecimiento de nuestras regiones. Creo que avanzar en estas materias es una tarea ineludible del próximo gobierno, y está además presente en la voluntad y actual análisis de contenidos programáticos de los equipos de trabajo de Michelle Bachelet; por tanto tengo confianza en que esto estará dentro de las prioridades sentadas por las comunidades regionales, que hoy no están en la agenda del actual gobierno.
