El, junto a su polola, que estudia Administración de Empresas en Inacap, se animaron a tomar parte en la convocatoria, proponiendo un centro de salud que brinde atención a personas con índices de obesidad, pertenecientes a estratos medios y bajos. Este año, el concurso repartirá 40 millones de pesos entre los doce finalistas, además de otorgar la oportunidad de representar a Latinoamérica en el Business Model Competition, que realizará en 2014 la universidad de Harvard.
El torneo inició su segunda versión en junio con talleres motivacionales, continuando con sucesivos encuentros a lo largo de todo Chile. Por la región de Coquimbo son 103 los estudiantes participantes, de los cuales 26 pertenecen a la UCN, la mayor parte de Ingeniería Comercial, pero también de otras carreras como Biología Marina y Derecho.
Durante las últimas etapas, un grupo de mentores de JumpChile – pertenecientes a Startup Chile, Asech, académicos UC y de regiones y emprendedores destacados -han guiado el proceso de los 50 semifinalistas, entre los que se cuenta Fabián Palacios, entregando a los jóvenes los elementos requeridos por todo emprendedor, como entrenamiento, redes y herramientas para innovar y mejorar su proyecto, para transformarlo en un modelo de negocio sustentable.
La próxima semana, JumpChile 2013 llega a su etapa final, y para ello, los 50 semifinalistas, entre los que se cuenta Fabián Palacios, participarán el lunes (9) en un taller dedicado a preparar una buena presentación de sus respectivas propuestas, las que deberán defender el miércoles (11) frente a un jurado. Los 12 ganadores del concurso serán anunciados el jueves (12) en el marco de una ceremonia que tendrá lugar en la casa central de la PUC.
El proyecto de Fabián Palacios Varas y su polola consiste en crear en La Serena se titula “Centro integrador de salud para personas obesas” y ya pasó las sucesivas preselecciones, en consideración a su carácter social e innovador. “Ya hemos pasado cuatro etapas. Primero debíamos tener una idea clara del proyecto, luego apuntar al cliente y validarlo, realizar un producto mínimo viable, es decir con el mínimo esfuerzo económico y de forma posible”, cuenta el joven, relatando que en su vecindad efectuaron eventos de promoción de vida saludable, entregando información y organizando baile entretenido y danza árabe, entre otras actividades.
